El último escenario

El último escenario

sábado, 28 de abril de 2012

Mujer de la vida


Mujer de la vida,
que comes verdura en la cima
del hambre,
-castigo del hombre-
Que comes por media persona
dos veces al día.
Mujer de la vida,
te cuidas a base de pizcas,
de trozos de partes de restos de trizas,
trinando en tus tripas
se escucha el gemido
de tristes espacios vacíos.
Mujer de la vida,
que exiges al cuerpo
dos horas de esfuerzo corriendo embutida
en mallas de talla de niña,
que comes cumpliendo las reglas internas
del rey de la fibra.
Mujer de la vida,
incapaz de hacerle daño con tus dientes
a una especie protegida,
pretendida, presumida, prohibida,
precavida en las esferas de la carne enrojecida.
Me dices que engordas a cada suspiro,
tú, la diosa del circo del kilo
sobrante en el culo,
que pasas por nadie en la clase
de fitness más dura del mundo.
Tú, con tu piel de papiro mojado temblando
en tu cuerpo desnudo,
cuando bailas sumida en tus sueños
de fama imposible dormida en tu orgullo.
Mujer de la vida,         
mirando el espejo contemplas tu triste figura,
y rojos tus ojos se tornan
al ver los despojos que el juego del tiempo
provoca en tu pecho,
y lloras sabiendo que en solo un momento
saldrás a la calle corriendo,
montada en el viento,
queriendo olvidar que la edad,
es el riesgo que corres viviendo.


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