El último escenario

El último escenario

jueves, 15 de diciembre de 2011

Ya no quiero más princesas

Ya no quiero más princesas,
ni el bufido de esa cenicienta
metiendo prisa al tiempo,
ni el embiste, ni el bulo,
ni el chisme, ni el infundio,
ni la patraña de la hora del café del centro,
tampoco quiero licencias
para tocar la luna,
ni patrón para coser
las sombras en mi cuerpo,
quiero darme cuenta del vigor de mis latidos,
cuando el cielo me recuerde que soy
la suma de todas las estrellas,
alcanzar el insondable sueño del cadáver ,
que aún bajo tierra eriza el césped
que piso descalzo,
y despertar las veces que me deje el alba,
quiero gritar bajo los mares,
en lugar de una jaula cien colmenas,
quiero colmar el término privado
de aquella lengua que encienda mis palabras,
redescubrir el vientre más lejano
de la noche,
ese en el que reposé varias veces,
antes de calcinarse los pétalos mordidos
por el fuego,
quiero escribir debajo de mis letras,
que el árbol empuñe con fervor sus hojas,
que arañen nerviosas sus raíces la arcilla,
y perdure por siglos en este cementerio que es la vida,
que despierten por fin
las tardes que murieron en aquel cuerpo,
al menos en un lugar
cercano a mis recuerdos,
que colinden las nubes con el suelo
cuando vuelva de mendigar paseos a las calles ,
para que ciego camine
con el único pretexto
de hallar el hueso de la luz,
palparlo hasta hacerme de día,
y no volver a sofocar la claridad
que ante mis ojos se desploma
cuando veo la mañana.


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