Ese el olor a naftalina
de tus nalgas,
esas cucarachas vendiendo
entradas a tu cuerpo,
esos pechos
pagando la novatada,
ese cuarto sin ascensor
hacia tus labios,
ese desván sin juegos
en tu cerebro,
esa tragicomedia
por tu escenario,
ese dolor de huevos
cuando te veo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario